El bruxismo se define como la presencia de una actividad repetitiva de los músculos de la masticación, es de carácter involuntario. Puede ocurrir con rechinamiento de las piezas dentarias, o bien sin contacto entre los dientes y solo como hiperactividad muscular. El bruxismo puede manifestarse durante el sueño o mientras el sujeto se encuentra despierto.
El bruxismo puede relacionarse en algunos individuos con un efecto nocivo para el paciente, pero en otras personas representa una actividad muscular que no genera daño e incluso puede tener ciertos efectos protectores, como por ejemplo en el caso del reflujo gastroesofágico en que la hiperactividad muscular se relaciona con aumento de salivación y baja de la acidez de la saliva durante episodios de reflujo, minimizando efectos nocivos sobre estructuras de la cavidad oral.
El bruxismo se encuentra muy influído por factores como el estrés, el cual es capaz de generar no solo trastornos psicológicos sino que también producir consecuencias físicas en varios niveles.
Las causas del bruxismo pueden ser diversas y es importante analizarlas para poder brindar una solución rápida y efectiva a largo plazo El diagnóstico adecuado, requiere de un profesional debidamente calificado, ya que existen diversos factores relacionados con la presencia de desgastes en los dientes, por lo tanto, este solo hallazgo no puede vincularse en forma directa con la presencia de bruxismo, ya que se produce en muchas situaciones diferentes, por lo cual es importante una evaluación por un profesional calificado para evaluar la presencia o sospecha de bruxismo.
Un control clínico periódico, un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado posibilita eliminar los muchas veces desagradables síntomas de esta condición que en ocasiones representa un riesgo aumentado para el desarrollo de ciertos cuadros clínicos.
Fenómenos posiblemente relacionados con la presencia de bruxismo:
- Dolor de cuello y hombros
- Desgaste aumentado de piezas dentarias
- Cefalea o dolor de cabeza crónico
- Rigidez y dolor de los músculos de la mandíbula
- Movimientos limitados o bloqueo de la mandíbula
- Chasquido, crujido o chirrido de la articulación témporomandibular (ATM) al abrir o cerrar la boca
- Una mordida incorrecta
- Dolor de oído, presión o zumbido de oídos e incluso disminución de la capacidad auditiva
- Sensibilidad dental
Dr Carlos Gaete